Hasta el momento, el conflicto en Siria -drama humanitario donde la población civil es un claro objetivo- se ha cobrado cerca de 5.000.000 de refugiados sirios que buscan protección en países vecinos como Jordania, Líbano y Turquía, según datos de ACNUR.

La necesidad de atención a las miles de personas que llegan a los campos de refugiados en el norte de Jordania (Za’atari y Azraq) y comunidades de acogida en Líbano, donde la FPSC está presente, es acuciante. Allí la FPSC trabaja con niños con discapacidad como consecuencia de heridas de guerra o de una mala atención en el parto.

Za’atari, en el norte de Jordania, es el segundo mayor campo de refugiados en el mundo que acoge a más de 80.000 personas. En él, la FPSC cuenta con una clínica de rehabilitación y fisioterapia para atender personas con discapacidad, que representan un 15% de la población total. Los niños que reciben tratamientos de larga duración experimentan una notable mejoría, y muchos de ellos comienzan a caminar.

En el campo de Azraq, donde actualmente viven 5.000 refugiados provenientes de Alepo, la FPSC trabaja de forma análoga. Sin embargo esta población podría incrementarse por la llegada de 75.000 personas que, atrapadas en el BERM, en tierra de nadie entre Siria y Jordania, están a la espera de poder entrar en el país jordano.

Las actividades de emergencia de la FPSC ofrecen tratamiento fisioterapéutico a largo plazo, tratamiento psicológico, distribución y mantenimiento de las ayudas para la movilidad (sillas de ruedas, dispositivos ortopédicos, y otras ayudas técnicas), actividades inclusivas, y sensibilización acerca de la realidad y los derechos de las personas con discapacidad.

Tú y yo no podemos poner fin al conflicto,
pero JUNTOS PODEMOS contribuir a mejorar
la situación de quienes lo sufren.

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